Un gran paso del autismo

La imagen del árbol se utiliza para ilustrar la morfología y función de las neuronas piramidales en los trastornos del espectro autista.Estas neuronas son uno de los principales integradores de información en la corteza cerebral, con largas “ramas” y “raíces” que representan dendritas. Las pequeñas proyecciones “en forma de hoja” son las espinas dendríticas, donde se ubican las sinapsis excitatorias, que conectan una neurona con otra. Las secciones borrosas de la imagen representan la integración y la percepción alteradas de la información sensorial del mundo exterior, descubiertas por Diana E. Mitchell, Soledad Miranda-Rottmann y sus colegas.

Crédito: © Foto y dibujo de Roberto Araya y  WestmountSoledad Miranda-Rottmann. Foto tomada en Park, Montreal, Canadá.

Por La Universidad de Montreal

febrero 21, 2023

Newswise — Los resultados de un nuevo estudio dirigido por Roberto Araya, neurocientífico, biofísico e investigador canadiense del Centro de Investigación CHU Sainte-Justine, en Montreal, muestran que en el síndrome X frágil (FXS), la causa más común de autismo, las señales sensoriales del mundo exterior se integran de manera diferente, lo que provoca que estén subrepresentadas por las neuronas piramidales corticales en el cerebro.

Este fenómeno podría proporcionar pistas importantes sobre la causa subyacente de los síntomas de este síndrome. El trabajo del equipo de investigación no solo proporciona información sobre el mecanismo a nivel celular, sino que también abre la puerta a nuevos objetivos para estrategias terapéuticas.

El estudio fue publicado el 3 de enero en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences .

El autismo se caracteriza por una amplia gama de síntomas que pueden derivarse de diferencias en el desarrollo del cerebro. Con herramientas de imagen avanzadas y la manipulación genética de las neuronas, el equipo de investigadores del Centro de Investigación CHU Sainte-Justine pudo observar el funcionamiento de las neuronas individuales, específicamente las neuronas piramidales de la capa cortical 5, una de las principales neuronas de salida de información de la corteza (la capa delgada de tejido que se encuentra en la superficie del cerebro).

Los investigadores encontraron una diferencia en cómo se procesan las señales sensoriales en estas neuronas.

“Trabajos anteriores sugirieron que el FXS y los trastornos del espectro autista se caracterizan por una corteza hiperexcitable, que se considera el principal contribuyente a la hipersensibilidad a los estímulos sensoriales observados en los individuos autistas”, dijo Araya, también profesor en el Departamento de Neurociencias de la Universidad de Montreal.

“Para nuestra sorpresa, nuestros resultados experimentales desafían esta visión generalizada de que existe una hipersensibilidad global en la neocorteza asociada con FXS. Muestran que la integración de señales sensoriales en las neuronas corticales está subrepresentada en un modelo murino de FXS”, agregó Diana E. Michell, primer coautor del estudio.

Una proteína, FMRP, que está ausente en el cerebro de las personas con FXS, modula la actividad de un tipo de canal de potasio en el cerebro. Según el trabajo del grupo de investigación, es la ausencia de esta proteína lo que altera la forma en que se combinan las entradas sensoriales, lo que hace que estén infrarrepresentadas por las señales que salen de las neuronas piramidales corticales del cerebro.

Soledad Miranda-Rottmann, también primera coautora del estudio, intentó rectificar la situación con técnicas genéticas y de biología molecular. “Incluso en ausencia de la proteína FMRP, que tiene varias funciones en el cerebro, pudimos demostrar cómo se puede restaurar la representación de las señales sensoriales en las neuronas corticales al reducir la expresión de una sola molécula”, dijo.

“Este hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias para ofrecer apoyo a las personas con FXS y posiblemente otros trastornos del espectro autista para percibir correctamente las señales sensoriales del mundo exterior a nivel de las neuronas piramidales en la corteza”, concluye Araya.

“Incluso si no se aborda la sobrerrepresentación de las señales cerebrales internas que causan la hiperactividad, la representación correcta de las señales sensoriales puede ser suficiente para permitir un mejor procesamiento de las señales del mundo exterior y de un aprendizaje más adecuado para la toma de decisiones y la participación en la acción”. .”

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